Al SAT no le gustan los trucos de magia

Noviembre 18, 2022 | 10:00 am

Recordemos el truco de magia clásico. El mago frente al público se quita su sombrero de copa, lo muestra al público por todos lados (esta vacío, es un sombrero normal), enseguida lo toma en una mano, con la otra mano hace unos pases “mágicos”, pronuncia las palabras mágicas, mete la mano al sombrero (redoble de tambores), y oh ¡SORPRESA! Del sobrero sale un conejo. Gritos de admiración y aplausos.

¿Por qué ponemos este ejemplo en un sitio como este?

Porque al SAT no le gustan los trucos de magia. Ellos son unos convencidos de que si algo sale de algún lugar, es porque antes lo metieron ahí, cuando los demás no se daban cuenta. A esto el SAT lo llama la DISCREPANCIA FISCAL.

Consiste en que si ven que en las cuentas bancarias de un contribuyente sale más dinero, que el que el dueño de esas cuentas manifestó en sus declaraciones fiscales, piensan que es porque hubo dinero que entro a esas cuentas bancarias y no se declaró.

Es importante recordar que ya no existen las llamadas cuentas bancarias “fiscales”; en la actualidad el SAT tiene acceso a ver todas las cuentas bancarias y sus movimientos, que existan en todos los bancos del país (y puede solicitar la información de cuentas bancarias que estén fuera del país), también sabe cuánto hemos vendido y cuanto y que, hemos comprado o gastado por medio de los CFDI que nos dan y que damos. Son como pequeñas declaraciones por las que el SAT se entera de nuestras operaciones.

Por supuesto si el mago enseña a su público como mete el conejo en el sombrero antes de hacer el truco mágico se acaba la sorpresa los gritos de admiración y los aplausos. También el SAT en su papel de autoridad puede preguntar por medio de auditorías el origen del dinero (tal vez un motivo totalmente legal y justificable), que salió de la cuenta bancaria y que no le coincide con las declaraciones fiscales del dueño de la cuenta. También en este caso se acaba la alegría.

Por ello es importante cuidar el manejo que damos a nuestras cuentas bancarias y usar las tarjetas de crédito solo para asuntos propios que podamos explicar en su momento, y que los CFDI que emitamos o recibamos correspondan a operaciones reales del negocio; así como llevar una adecuada contabilidad, que nos permita saber cómo hemos obtenido nuestro dinero y en que lo hemos usado, en cualquier tiempo sin que lo olvidemos, como dice el dicho “Es mejor la más endeble tinta, que la mejor memoria”.

En buddysis contamos con profesionales que te asesoran y acompañan en el proceso de declarar adecuadamente las operaciones de tu negocio y tus movimientos bancarios, que te ahorrarán disgustos y contratiempos para evitar que el SAT piense que estás haciendo “Magia”.